DESARROLLO DEL TEMA:
A
diferencia de la anorexia como enfermedad que tiene años de haber sido
descubierta la bulimia tiene una antigüedad menor, sin embargo, los problemas
de atracones de comida se remontan a una época lejana y se relaciona con una
historia romana, qué de hecho da el significado a la enfermedad como hambre de
buey. Pero no fue hasta mucho después cuando se empezó a mirar esto como un
trastorno alimenticio. (Beumont, 1988) explica que “la
Asociación Americana de Psiquiatría (1980) propuso un síndrome de bulimia en
DSM-III, enfatizando el atracón en lugar de las conductas de purga
compensatorias que a menudo lo acompañan.”
La
bulimia como trastorno alimenticio tiene orígenes neuróticos en donde la
persona siente la necesidad de comer de forma voraz y luego siente culpa y la necesidad
de eliminar el exceso de carbohidratos ingeridos ya sea mediante el vomito o el
uso de laxantes o diuréticos, y en pocos casos el ejercicio excesivo.
Tanto
los bulímicos como anoréxicos tienen una visión distorsionada de la realidad,
puesto que sin importar como se vean, ellos se conciben como personas en extrema
obesidad cuando se miran al espejo o piensan sobre si mismos, en la bulimia el
desorden alimenticio se relaciona a una alteración en el tálamo, sin embargo,
esta no es la única causa puesto que también existen diversos factores que pueden
provocar el desarrollo de la misma: depresión, ansiedad, causas psicosociales,
entre otros.
Regularmente
las personas que sufren de bulimia, también presentan depresión, trastornos de
ansiedad y del sueño, irritabilidad, inestabilidad y entre los síntomas físicos
decaimiento, desnutrición, problemas estomacales, constante irritación en la
faringe, la tráquea debido a los vómitos inducidos constantemente, esto anudado
al desarrollo de otras enfermedades físicas como resultado de las purgas.
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